Ibarra propone eliminar a los mossos para recortar gasto. Prefiere que las calles catalanas sean inseguras y que la delincuencia se haga ver aun más.
Antes que nada, deberían reducir el número de coches oficiales, el números de despachos y el número de altos cargos políticos de la administración catalana. Pero claro, ellos prefieren despilfarrar el dinero en estupideces y caprichos aniñados en vez de pensar en los ciudadanos y en su seguridad. Los mossos no se pueden eliminar.
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