El secuestro de la revista "El Jueves" y el subsiguiente debate nacional sobre la libertad de expresión y de prensa ha servido de pretexto a los enemigos de esta institución para descargar toda una batería de improperios y ataques no ya solo contra la Familia Real española sino contra el sistema monárquico que constitucionalmente nos tenemos dado.
Los ataques personales que el ínclito parlamentario vasco Anasagasti les dedica desde su blog son una prueba de ello.
Llamar vagos e impresentables a los miembros de la Familia Real, a más de ser -como mínimo y sin entrar en detalles constitucionales- una vulgar y ordinaria grosería, es además antipatriótica y falaz.
El ejemplo inglés con su tradicional costumbre de subirse a una silla para lanzar insultos a su propia corona es el contrapunto de una expresión de libertad y patriotismo y una tácita aceptación de las "reglas de juego constitucionales" que son básicas en un estado de derecho.
Que la monarquía española realiza una labor importante en la vida política del Estado Español, con una apretada agenda de actos institucionales y sociales, no es ningún secreto para cualquier persona objetiva. Está en los medios y es incontestable. Que en ningún momento dicha "presencia" nos ha "abochornado" con actitudes o palabras que puedan dar pábulo al término "impresentables" tambien es cierto y mejor haría el Sr, Anasagasti en raparse la cabeza que hacer el ridículo con su "mechón bufanda", puesto que tiene tan desarrollado el sentido del pudor.
Y que nadie venga aquí a pretextar razones económicas -una presidencia republicana no tiene por qué resultar más barata- ni de "sucesión natural" -hay otras, tanto políticas como económicas peores-.
Si en algún momento hay que plantear en referendum una reforma constitucional sobre la forma del Estado, no seré yo quien me oponga a la consulta popular, pero mientras tanto, como español y como patriota digo:
¡¡ VIVA EL REY !!
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